sunriseEl Año Nuevo pronto entrará al escenario de nuestra vida y traerá las inescapables ganancias y pérdidas, felicidad y tristeza. Pero no importa qué adversidades estén en nuestro camino, no tienen por qué causarnos sufrimiento si decidimos vivir cada día en una mayor percepción de la presencia de Dios. Donde está la luz de Dios, ninguna sombra puede habitar.

En su bello poema, “El jardín del Año Nuevo,” Yoganandaji escribe:

“Los ecos del pasado año, sus penas y risas, Se han desvanecido. La voz cantante del Año Nuevo, alentadora, Proveedora de esperanza, Está cantando: ‘¡Reconstruye la vida idealmente!’”

Para hacer esto, tómate algo de tiempo para ver dentro de ti mismo y analizar cuáles son los hábitos que te causan miseria física, mental, emocional y espiritual y que aún viven en tu reino Que no te avergüence lo que ves; observa tus malos hábitos honestamente, y velos por lo que son: pereza, actitudes de juicio, celos, o pensamientos de que eres tratado de manera injusta. Todos nosotros tenemos nuestros propios “parientes indeseados” que se han quedado a vivir con nosotros y son difíciles de echar.

Comparte entonces tu dilema con el “Propietario Supremo,” Dios. Admítele honestamente que has permitido que un pedazo de tu reino se convirtiese en un suburbio, y pídele Su ayuda para limpiarlo. Déjale saber a Dios que no quieres ser un “dueño ausente,” pero que necesitas del apoyo de Su presencia todos los días.

Intenta estas cosas para estar más dinámicamente consciente de Dios en tu vida:

1) Medita a diario hasta que percibas Su presencia justo detrás de tus pensamientos y sentimientos. Dios sólo puede ser percibido en la calma interna del alma.

2) Comparte con Él tus pensamientos, impresiones, éxitos y fracasos durante el día. Ve a Dios como tu aliado, ayudándote a ganar la batalla de la vida.

3) Dale a Dios control completo sobre tu vida. Ríndete a Él sin ninguna justificación o defensa. Él conoce cada uno de tus pensamientos, y simplemente está esperando a que nos ofrezcamos completamente a Él para que Su toque transformador nos pueda cambiar.

Yoganandaji concluye el poema anterior con este verso inspirador:

“Con una mente en pura dicha, unificada sin fin, Vayamos todos bailando, mano a mano, Para llegar a nuestro Hogar Feliz de Calma De dónde no vagaremos más.”

Con bendiciones para un feliz Año Nuevo,
Nayaswami Devi

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *