Devi y yo acabamos de terminar un retiro de una semana en una casa de retiros privada en Monte Abbot, en las faldas del Himalaya. A la distancia, siempre está presente Nanda Devi, una montaña que muchos en India creen que es una diosa viviente. En este aire enrarecido, uno siente que la bendición de Dios y los Maestros es palpable.

Tomar retiros es una parte muy importante de la búsqueda espiritual. En sus Praecepta Lessons (Lecciones), Paramhansa Yogananda escribió:

Recuerda siempre que la reclusión es el precio de la grandeza. En esta vida tremendamente ocupada, nunca podrás triunfar a menos que estés por tu cuenta. Nunca, nunca, nunca. Camina en silencio; mantente tranquilo; desarróllate espiritualmente. No deberíamos permitir que el ruido y las actividades sensoriales arruinen el desarrollo de nuestra atención, porque estamos escuchando los pasos de Dios viniendo a nuestro Templo.

Pasar tiempo solo, en silencio, permite que la mente se desconecte del mundo de maya  (ilusión), que de otro modo enreda y embelesa nuestra consciencia. Lo más importante, es que te ayuda a sentir la realidad de las enseñanzas espirituales. Nuestros esfuerzos y devoción se ven dispersos muy a menudo, como los destellos de luz en un estanque agitado por la brisa.

Hay una canción adorable cuya letra es:

Tú eres mi vida.

Tú eres mi amor.

Tú eres la dulzura que busco.

Cuando pienso en Ti con amor

Siento tu nombre, tan dulce, tan dulce.

El devoto sabe cuán dulce Eres.

Lo sabe, al que Tú le dejas saber.

En medio de nuestras vidas ocupadas, la letra de una canción así la mayor parte del tiempo es repetida con poco entusiasmo o en forma distraída, y es poco más que una afirmación optimista. Durante el retiro, cuando mi vida fue realmente entregada por completo a Dios, aunque sea por una semana, fue como si estas palabras cobrasen vida, emergiendo de la hoja impresa y palpitando en mi corazón, mi mente, mi mismísima respiración.

Estos son algunos de los beneficios que sentí durante el retiro:

  • Mi mente se desconectó de la actividad y se tranquilizó.
  • La meditación fue mucho más fácil, más profunda y más atractiva.
  • Mi corazón se volcó casi completamente hacia la devoción.
  • La presencia de los Gurús se sintió muy real.
  • Luego de algunos días, las obligaciones y problemas de la vida diaria se desvanecieron en una vaga lejanía.
  • Llegaron nuevas percepciones espontáneamente, a menudo muy sutiles.
  • Sentí profundamente la dulzura, el amor y la bendición constante de Dios y nuestros Maestros.

¿Todos pueden tomar un retiro de una semana en el Himalaya donde vive Babaji? No, por supuesto que no. Pero todos pueden encontrar una manera de escapar de la confusión de la vida, de estar en silencio y solos por lo menos por unos días. El recuerdo y los beneficios incluso de un poco de esta práctica te sostendrán durante varios meses mientras caminas por las colinas y valles de la vida diaria.

Inténtalo. Por favor.

En el silencio,

Nayaswami Jyotish

AnandaEspanol.org