Un amigo nos envió un artículo fascinante acerca de la fuerte influencia que la gratitud y las emociones positivas tienen sobre nosotros. No solo nos afectan personalmente, sino que también afectan al mundo alrededor de nosotros. Como meditadores, sabemos lo poderosos que pueden ser el corazón y la mente, pero es lindo ver esto respaldado también por la investigación científica, en este caso por un equipo en UCLA.

Hicieron un estudio controlado de alrededor de 300 personas, algunas de ellas sufrían de depresión. Le pidieron a un tercio de ellas que escribiesen una carta de gratitud a alguien por lo menos una vez a la semana durante tres semanas. Estas son algunas de sus conclusiones:

“Tener una actitud de gratitud cambia la estructura molecular del cerebro, mantiene funcionando a la materia gris, y nos hace más saludable y felices. Cuando sientes felicidad, el sistema nervioso central se ve afectado. Eres más pacífico, menos reactivo, y menos reticente. Esa sí que es realmente una buena forma de ocuparte de tu bienestar.”

De manera interesante, descubrieron que no puedes fingirlo, que tienes que de hecho sentirte agradecido. Aquellos que hicieron el ejercicio a partir de la culpa tuvieron una actividad cerebral muy distinta en la corteza pre frontal, el área cerebral de funcionamiento más elevado. Sin embargo, para aquellos cuyas cartas expresaron verdadera gratitud, los cambios en su cerebro duraron por lo menos hasta tres meses.

Esta es otra cita del artículo:

“Su trabajo, [junto al de] muchos otros, ha probado que cuando una persona realmente está sintiendo emociones positivas como gratitud, amor o aprecio, el corazón envía un mensaje diferente, el cual determina qué clase de señales son enviadas al cerebro.”

En las enseñanzas de Paramhansa Yogananda hay muchas técnicas, como las afirmaciones (pulse aquí para ver el enlace en inglés) y los cantos (pulse aquí para ver el enlace en inglés), que trabajan directamente sobre nuestro corazón y mente, y elevan nuestra consciencia. También sabemos que nuestra consciencia tiene efectos mucho más allá de nosotros mismos.

El artículo citó un estudio que muestra que la meditación enfocada bajó la cantidad de conflicto en el Líbano desgarrado por la guerra, y otro que mostró una caída del 25% en la tasa de crimen en Washington DC, cuando 2,500 meditadores se enfocaron en esa área con esa intención.

Ayer, un grupo de cuatro de nosotros visitó a unos amigos que recientemente había tenido un bebe. Luego comentaron que sintieron mucha calma con nuestra visita. No habíamos estado tratando de producir ese efecto, solo estábamos siendo felices como somos normalmente. Sin embargo, la influencia magnética de nuestra consciencia se extiende automáticamente hacia aquellos a nuestro alrededor.

Esta es la conclusión del artículo:

“Las emociones y otros factores asociados con la consciencia tienen el poder de transformar nuestro mundo interior de maneras que todavía no entendemos por completo. Estos descubrimientos nos muestran como la consciencia puede de hecho transformar el mundo físico/material, y eso es enorme. Esto valida la idea de que si podemos cambiar nuestro mundo interior a través de la gratitud, la empatía, la compasión, y la meditación, podemos hacer que nuestro mundo exterior sea más pacífico.”

Luego de leer este artículo he comenzado una simple práctica que les paso como sugerencia. En el comienzo de la meditación cuando oro a los maestros de nuestro linaje, siento gratitud conscientemente hacia cada uno de ellos uno por uno por lo que él me ha dado a mí y a mis amigos. Es una forma maravillosa de comenzar y terminar el día.

Así que mi moraleja es esta: La gratitud es la vía rápida a la felicidad, y tu estado de consciencia se extiende hacia afuera hacia todos aquellos que tocas. Se agradecido, se feliz, haz el bien.

En gratitud,
Nayaswami Jyotish

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