Hemos estado leyendo un libro muy interesante: Ser Mortal, por Atul Gawande. Es un análisis atento y bien escrito acerca del envejecimiento y la muerte, temas a menudo ignorados en la sociedad moderna. Algún día, tal vez, escribiré un blog sobre eso, pero no hoy. Este blog es sobre una pequeña parte del proceso – acerca de lo útil que es prepararse para las dificultades antes de que llegue una crisis. Porque la preparación hace una gran diferencia. ¿Cómo, entonces, podemos prepararnos espiritualmente para las tormentas de la vida?

Todos tenemos pruebas en la vida que son difíciles, a veces catastróficas. A lo largo de los años hemos tenido la oportunidad de ver a muchas personas manejar estas situaciones, algunos de ellos con fuerza y ​gracia, y otros con dolor o amargura. Éstos son algunos de los factores que marcan la diferencia.

Adquirir herramientas espirituales y aprender a usarlos. Así como cada carpintero tiene un martillo y una sierra, hay algunas herramientas básicas en el camino espiritual que debes utilizar mucho antes de que los necesites en una crisis.

  • Una práctica diaria de meditación, cuanto más profunda mejor
  • Un hábito de llenar la mente con pensamientos y reacciones positivos
  • Una práctica de escuchar música inspirativa, y cantar mentalmente durante todo el día
  • El sentido del humor y la capacidad de reírse de la vida y de uno mismo
  • Un patrón de servir a los demás. Durante una crisis necesitas ser un canal para la energía positiva. De lo contrario, el ego puede volverse hacia adentro, hacia la autocompasión y la culpa.

Desarrolla un circulo de amigos. Las personas que se sienten conectados con otros tienen una red de seguridad. En tiempos difíciles, sobre todo, trata de pasar tiempo con amigos que sean lo suficientemente sabios para ayudarte a ver un panorama más amplio. En esos momentos evita en especial a los que tiran de tu energía hacia abajo o refuerzan los estados de ánimo negativos. Si sientes la necesidad de “desahogarte”, hacerlo con alguien centrado y lo suficientemente compasivo para no tomar tus palabras demasiado en serio.

Fortalece tu propia fe en Dios y los gurús. Si aceptas la simple verdad de que todo es una expresión del amor de Dios, podrás atravesar cualquier tormenta. No niegues los desafíos, o incluso que ellos son difíciles, pero tampoco los aceptes sólo a nivel superficial. La comprensión de que las dificultades vienen a enseñar, no a castigar, significará la diferencia entre la libertad del alma y de la esclavitud del ego. Medita en la pregunta, “¿Qué es lo que esta prueba está tratando de enseñarme?”

Foto de Benjamin Jurkovich

Aprende a hablar con Dios acerca de las cosas pequeñas. Paramhansa Yogananda dijo: “Para quienes me piensen cerca, yo estaré cerca.” Si durante los días de verano, has abierto tu corazón y mente a Dios, entonces Él estará esperando por ti cuando llegue el invierno. Como dice Yogananda en su poema, “¡Dios! ¡Dios! !Dios!”: “Cuando las tormentas bulliciosos de las pruebas chillen, y cuando las preocupaciones aúllan ante mí, ahogaré sus ruidosos gritos cantando: ¡Dios! ¡Dios! ¡Dios!”

No podemos evitar las tormentas de la vida, ni debemos quererlo si buscamos crecer mucho. Pero podemos preparamos para ellas, y estar listos para recibir la luz que siempre sigue a la oscuridad.

En alegría,
Nayasuami Jyotish