Es una gran bendición vivir en Ananda Village, donde sus miembros han elegido una vida de sencillez, generosidad y dedicación a Dios. En Navidad, a menudo intercambiamos unos con otros pequeños regalos que nos recuerdan nuestra devoción compartida y nos inspiran a buscar a Dios más profundamente. Este año, dos amigos dieron a todos los residentes, copias de una carta que Swami Kriyananda escribió a la comunidad hace unos años.

Mientras la leía, las lágrimas llenaron mis ojos y el recuerdo de tantas navidades junto a Swamiji inundaban mi corazón. Queremos compartir extractos de esta carta como regalo de Navidad de parte de Swamiji, y de nosotros, para ti. Al final, también encontrarás un enlace al audio donde disfrutarás escuchando a Swamiji cantar esta hermosa canción.

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17 de diciembre, de 1991

Queridos amigos:

Este mismo mes, hace veintiséis años, escribí una canción muy especial que continúa siendo, para muchas personas, su favorita entre todas mis composiciones. Todavía recuerdo secarme las lágrimas repetidamente para poder ver y poder escribirla. Era un villancico, y le di el nombre “El Misterio de Navidad”, el estribillo dice:

¿Quién me dirá este misterio?:

¿Cómo un pequeño bebé en un pesebre

Puede persuadir a tantos corazones a amar ?

Este santo hijo de María.

Nosotros, los seres humanos, tenemos la tendencia de mirar el mundo que nos rodea superficialmente. No vemos las realidades más profundas. Cuando se trata de religión, lo vemos en términos de etiquetas externas: judaísmo, hinduismo, budismo, Islam. Así, pasamos por alto el mensaje esencial, el mensaje de reforma interior. Debido a la adoración superficial, nos cegamos a las verdades profundas sobre las que se fundaron todas las grandes religiones.

A pesar de que, como seres humanos, nacemos en la imperfección y limitación, nuestra eterna y única misión en la vida, es unir nuestras almas con la Fuente infinita de toda vida, a través de las lecciones que aprendemos aquí en la tierra.

El espíritu religioso es ese aspecto de la naturaleza humana que anhela las realidades eternas. Y la religión misma es esa enseñanza y el código de conducta, que inspira y guía a la humanidad para alcanzar esa aspiración del alma.

Hagamos nacer el Amor Divino en nuestros corazones.

Hagamos nacer el Amor Divino en nuestros corazones.

Durante esta temporada de Navidad, veamos el nacimiento de Jesús no sólo como un evento muy especial en la historia, sino también como una de las expresiones más dulces de la verdad universal. Que el nacimiento del Amor Divino hace dos mil años en esa pequeña forma, nos inspire para concebir y dar a luz al amor divino dentro de nosotros mismos, a través de la pureza virginal de la devoción de nuestro corazón a Dios.

De esta forma, la Navidad puede convertirse en un tiempo santo no solo para los cristianos, sino para todos los pueblos de la tierra, independientemente de sus afiliaciones religiosas externas.

Los tres reyes magos que visitaron al niño Jesús con tanto respeto y adoración, llegaron como representantes de otras grandes religiones del mundo. Como ellos, abramos nuestros corazones y almas al Amor Universal que nos llama desde todos los altares de las religiónes. Así, podremos resolver por fin ese eterno desafío a nuestra comprensión humana: el misterio de la Navidad.

Siempre con amor en Él,

Swami Kriyananda

En este espíritu, les deseamos una Navidad bendita.

Nayaswami Devi