Un científico desafió una vez a Paramhansa Yogananda con estas palabras: “Teniendo en cuenta la inmensidad del universo, con sus incontables miles de millones de galaxias, seguramente es supersticioso creer que el Creador de esta inmensidad escucha nuestras oraciones.”

does-god-listen-to-our-prayersEl Maestro respondió con profunda sabiduría e ingenio: “¡Su idea del Infinito es demasiado limitada! Aunque el Señor es infinitamente vasto, Él también es infinitesimalmente pequeño. Él es tan consciente de cada pensamiento humano, cada sentimiento, como de los movimientos de las grandes galaxias.”

Jesucristo expresó una verdad similar: “¿No se venden dos pajarillos por un cuarto? Y sin embargo, ninguno de ellos cae en tierra sin el conocimiento de nuestro Padre. Hasta los cabellos de vuestra cabeza están contados.”

Si Dios mira incluso al más pequeño de los gorriones, ¿por qué a menudo sentimos que su atención está en otro lugar cuando lo necesitamos? En su hermoso libro, Susurros de Eternidad, Yogananda nos guía sobre cómo orar efectivamente para atraer una respuesta divina.

En primer lugar, Él sugiere que consideremos las oraciones no como peticiones mendigantes, sino como demandas que podemos hacer legítimamente porque somos hijos de Dios. Luego, recomienda estos sencillos pasos:

– Calma tu mente con un breve período de meditación.

– Concéntrate en una oración-demanda específica, y satúrala con devoción.

Siente que detrás de tu demanda devocional,  Dios esta escuchando las palabras silenciosas de tu alma.

–  Permanece concentrado y tranquilo. No serás capaz de enfocar el poder del alma, si tu mente se vuelve inquieta o agitada.

Mantente totalmente convencido de que Dios ha escuchado tu oración-demanda.

Una vez que hemos hecho todo lo posible, todavía tenemos que entender que nuestras oraciones no siempre pueden ser contestadas en la manera que esperamos. No caigas en la falsa conclusión de que Dios no te ha oído.

Los retos a los que nos enfrentamos en la vida son atraídos por nuestras propias acciones, por nuestro karma pasado. ¿Por qué Dios anula las leyes que Él mismo ha puesto en marcha? Como Omar Khayyam declaró en su Rubaiyat (parafraseado por Yogananda), “Ninguna cantidad de vida moral, ni sutilezas teológicas, ni lágrimas lastimosas pueden ser borrardas.” Así que no pidas amnistía de la Ley Divina, sino exige una comprensión más profunda, así como la fuerza para aprender y superar todos los obstáculos.

En última instancia, el aspecto más importante de la oración no son los favores recibidos, los problemas que desaparecen, o incluso la comprensión adquirida. Se trata simplemente de aprender a confiar en que Dios realmente está escuchando, y hablar con Él con total transparencia y honestidad. Una vez que comprendamos que Él está presente para nosotros eternamente, podemos vivir con la tranquilidad interior de que todo en nuestra vida es, siempre fue, y continuará siendo contemplado bajo la visión amorosa de Dios.

Su amiga en el sendero,
Nayasuami Devi