Se está acercando la Navidad, y la semana próxima los centros de Ananda albergarán la meditación anual de Navidad de ocho horas. Esta meditación larga es un pilar para muchos de nosotros, y por eso pensé que sería de ayuda dar algunos consejos sobre cómo profundizar nuestras meditaciones, especialmente las más largas.

Para sentarse por un periodo de tiempo largo, o incluso uno corto, la relajación es esencial. Una vez Swami Kriyananda le preguntó a su gurú, Paramhansa Yogananda, “¿No me estoy esforzando lo suficiente?” Yogananda respondió, “Te estás esforzando demasiado. Eso está creando tensión.”

El esfuerzo es necesario, sí, pero esfuerzo relajado. Espiritualmente, una de las razones para practicar posturas de yoga es que te enseñan a relajarte en una pose. Tensar solo te impide ir más profundo. Lo mismo es verdad para la meditación: Necesitas relajar para poder alcanzar las profundidades.

“Babaji y Cristo,” por Nayaswami Jyotish.

El ojo espiritual en la frente es el asiento de la consciencia más elevada, y donde experimentaremos la consciencia de Cristo (o Krishna). Yogananda explicó que Cristo y Krishna eran llamados “Hijos de Dios” porque habían realizado su unidad con Dios en la creación. El objetivo de la meditación es experimentar esta realización por nosotros mismos. Y, sin embargo, tensarse por ello es contraproducente.

Nos tensamos porque tenemos la sensación latente de que Dios está “allí afuera” muy lejos, arriba en las nubes, en los cielos. Pero la verdad es que Él está en el aire que respiramos, en el agua que tomamos, en la sangre que fluye en nuestras venas, y en los mismísimos átomos del universo. No necesitamos tratar de llegar a Él, sino más bien calmar nuestras mentes y emociones, lo que nos tare la realización de que Él está presente en nuestro interior.

Para ayudarte a relajarte, aquí hay una imagen que me vino. Cuando estás tomando baños de sol, no hay pensamiento de tratar de elevarte hasta los rayos: Simplemente dejas que lleguen a ti. Por lo tanto, intenta asolearte con El Hijo. En vez de esforzarte vigorosamente para elevarte hacia Dios, deja que Él venga a ti. Relájate y báñate en el fulgor del ojo espiritual. Encontrarás que puedes ir más profundo que si te tensionas.

Aquí hay algunos consejos simples más para hacer más profunda cualquier meditación:

  1. Comienza con concentración. Los primeros minutos marcarán el tono del resto de tu meditación.
  2. Practica tus técnicas con la atención más profunda de la que te puedas armar, pero deja que esa atención sea relajada.
  3. Concéntrate profundamente, pero más con los sentimientos que con la mente.
  4. En las meditaciones más largas, tu foco puede experimentar altibajos. Solo se paciente y sigue intentando. Encontrarás que con el tiempo vas más profundo.
  5. Cantar es la mitad de la batalla. Enfócate en un canto por un periodo largo e intenta llevarlo a lo profundo. Paramhansa Yogananda espiritualizó los cantos llevándolos al estado superconsciente. Intenta hacer lo mismo.
  6. Hacia el final de cada meditación, intenta flotar en un mar de gozo.

Que esta época navideña te encuentre siendo uno con la Consciencia Crística.

En el Único,

Nayaswami Jyotish

AnandaEspañol.org

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