Mientras les escribo hoy, 11 de Agosto, es un doble día festivo: Janmashtami, la celebración del nacimiento de Krishna, y para Ananda, el Día de la Conmemoración de Babaji. La primera vez que escuché acerca Babaji-Krishna (porque son uno y el mismo) fue al leer Autobiografía de un Yogui. De toda nuestra línea de gurús, este yogui inmortal que vive en los confines remotos del Himalaya me parecía el más inaccesible.

Afortunadamente, en 2014 comenzó para mí una conexión interior con el Mahavatar, como es conocido, cuando nos unimos a una peregrinación con devotos de Ananda para visitar la cueva de Babaji (pulse aquí para ver el enlace en inglés). Este es el lugar en el distrito de Ranikhet del Himalaya, que se describe en la Autobiografía, donde Babaji manifestó un palacio dorado para iniciar a su discípulo, Lahiri Mahasaya, en Kriya Yoga.

Durante varios días previos al peregrinaje estuvimos orando a Babaji y tratando de mantenerlo en nuestros pensamientos. La noche que llegamos a la casa de huéspedes en la ciudad cercana de Loghahat, nos unimos a nuestros compañeros peregrinos de toda India en meditación y oración a Babaji por sus bendiciones.

Al día siguiente, a medida que nuestro grupo hacía la larga ascensión por la montaña para visitar el lugar de la cueva, la gente parecía estar deshaciéndose de karma a lo largo del camino. El zapato de una muchacha se rompió, y tuvo que caminar descalza por el sendero que en muchos lugares estaba cubierto con piedras puntiagudas. Varias personas, que no estaban habituadas al ejercicio físico, tuvieron problemas para respirar en las alturas y debieron detenerse frecuentemente a descansar. Un hombre de mediana edad con una pronunciada renguera debida a una curvatura en la columna luchaba para seguir el ritmo del grupo. Pero ninguno abandonó. Cada uno de nosotros logró llegar a la cueva y pudo meditar en ese lugar sagrado.

Para mí la escalada fue bastante ardua, y cuando llegué a la cueva me sentía completamente agotada. Pero mientras guiábamos a los demás en meditación durante varias horas, me sentí interiormente calma y energizada. Me di cuenta de que de alguna forma desconocida, yo, también, había dejado atrás un poco de bagaje kármico. Esa noche, cuando nos reunimos todos una vez más en la simple casa de huéspedes con vista al Himalaya, en los ojos de todos brilló una nueva luz encendida por las bendiciones de Babaji.

Babajis cave in the Himalayas from Autobiography of a Yogi             Babajis cave in the Himalayas from Autobiography of a Yogi

La misión de Babaji está entrelazada con la de Jesucristo. Como leemos en la Autobiografía, “El Mahavatar está en comunión constante con Cristo; juntos envían sus vibraciones de redención y han diseñando la técnica de salvación espiritual para esta era. La tarea de estos dos maestros plenamente iluminados –uno con el cuerpo y otro sin él—es  inspirar a las naciones a abandonar las guerras suicidas, los odios raciales, los sectarismos religiosos y los contraproducentes males del materialismo.”

Hoy, en este momento de gran incertidumbre social y económica, te alentamos, no, te instamos a llamar a Babaji para que ayude a guiar a la humanidad hacia un futuro mejor. Recientemente una amiga nuestra en Europa nos escribió que había estado orando constantemente a Babaji por un tiempo, y le llegó una oración en meditación. Aquí hay un fragmento:

Babaji-Krishna,  amado Maestro inmortal, en este momento de gran transición planetaria, te rogamos, recibe nuestras oraciones.

Babaji, te pedimos que pongas tus manos sanadoras en los hombros demacrados de nuestros egos humanos y ayúdanos a romper las cadenas de la consciencia material que nos mantiene atados en forma ignorante a los engaños de Kali Yuga.

Babaji, inspira nuestras vidas como devotos, para que nuestras aspiraciones de la realización de Dios sirvan como un llamado para todos los potenciales Kriya Yoguis de todas partes del planeta. Oramos para que los esfuerzos de nuestra práctica unificada y fiel puedan magnetizar y elevar a los individuos y a la consciencia colectiva del planeta.

En estos momentos difíciles, donde el pasado es solo un recuerdo, el presente es alarmante, y el futuro es como mucho incierto, necesitamos encontrar una fuente de fortaleza más allá de las fluctuaciones del tiempo. Si elevamos nuestra consciencia, podemos ingresar al reino eterno donde mora Babaji, y atraer sus incesantes bendiciones y protección para nosotros mismos y para el mundo.

Con bendiciones en Janmashtami y el Día de Babaji,

Nayaswami Devi

P.D.: Puede ser que disfruten este video de nosotros en la Cueva de Babaji (pulse para ver el video en inglés).

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *