“¿No es obvio?” podrías preguntarte. Sin embargo, cuando miramos los índices de divorcios cada vez más altos y de niños abusados o abandonados, las expresiones de odio y violencia cada vez mayores alrededor del mundo, parece claro que la mayoría de la gente ha olvidado el Arte de Amar.

Jyotish y yo, hemos impartido un seminario en línea de: “Cómo amar y ser amado” (pulsa aquí para ver el enlace en inglés) Me gustaría compartir contigo algunas ideas sobre Cómo amar y ser amado.

Comenzaremos con dos historias. La primera es acerca de un sadhu que había estado viviendo como un asceta en el bosque con un pequeño grupo de sus seguidores. Tenía el cabello largo y enmarañado; sus ropas eran harapientas; pero su alma estaba llena con la dicha de Dios. Un día durante sus viajes deambuló hacia un pueblo y fue confrontado por un grupo de niños. ¡Estaban muy intrigados de ver a este hombre de apariencia extraña entre ellos!

Primero le gritaron. Cuando él continuó su camino tranquilamente, comenzaron a mofarse. Cuando esto tampoco provocó respuesta alguna, uno de los niños levanto una piedra y se la arrojó. El grupo se alteró y comenzaron a apedrearlo. El resultado fueron heridas ensangrentadas en su cabeza y su cuerpo.

Regresó al bosque donde estaban sus seguidores, con la misma ecuanimidad y dicha interior. Horrorizados de ver a su gurú herido y sangrando, gritaron, “Maestro, ¿cómo ocurrió esto?”

Él respondió, “Oh, los niños del pueblo lo estaban pasando muy bien. Estaban gritando, riendo y arrojando piedras.” Moraleja: Cuando dejamos de tomar las cosas personalmente, no nos afectan tanto las acciones de los demás y nos sentimos en paz con ellos.

En nuestras propias vidas, deberíamos esforzarnos por olvidarnos de nosotros mismos, cuando compartimos nuestro amor por los demás. Paramhansa Yogananda escribió: “O Madre Divina, enséñame a usar el don de Tu amor, el cual siento en mi corazón, para amar a los miembros de mi familia más que a mí mismo. Bendíceme, para que pueda amar a mis vecinos más que a mi familia. Expande los sentimientos de mi corazón, para que ame a mi país más que a mis vecinos y a mi mundo y a todos mis hermanos humanos, más que a mi país, vecinos, familia y a mi propio ser.”

“El Maestro y el Ojo Espiritual,” por Nayaswami Jyotish.

La segunda historia es de la vida de Jesucristo. Después de haber sido traicionado, condenado y crucificado por la gente que él había venido a ayudar en la tierra, su cuerpo colgaba muriendo en la cruz. Con una compasión inconmensurable, le pidió a Dios que los perdonase. Moraleja: No importa cómo nos trate la gente, siempre es posible ir más allá de nuestra propias heridas y perdonar.

Hablando del gran acto de Jesús, Yogananda escribió, “O Tú, Gran Amante de todos los hermanos desgarrados por el error, un monumento invisible del más poderoso milagro de amor fue establecido en cada corazón cuando la magia de Tu voz pronunció: ‘Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen.’”

Para aprender a amar y en consecuencia encontrar felicidad, mayor realización con los demás, debemos tratar de amar en forma más expansiva; dejar nuestras propias necesidades en un segundo plano; perdonar a los demás bajo toda circunstancia y sentir que Dios está amando a través de nosotros.

La estructura misma de la creación está tejida de amor. Si quieres encontrar unidad con todo lo que es, recuerda que el amor que estás tratando de dar y recibir ya ha sido puesto dentro de tu corazón por nuestro propio Padre Celestial / Madre Divina. Búscalo allí, y luego compártelo con todos.

Tu amiga en Dios,

Nayaswami Devi

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