“Kriya Yoga me salvó, pero no en la forma en que pensaba.” Estas palabras intrigantes pertenecen a una carta que recibimos recientemente de una amiga. Con su permiso, compartimos aquí sus experiencias contigo, porque su percepción infiere potencialmente un cambio de vida y algo de lo que todo el mundo puede beneficiarse.
Lo primero que nuestra amiga había oído decir acerca de las prácticas de meditación fué: “Kriya te liberará de todos los problemas en la vida.” Después de haber experimentado bastante sufrimiento desde su infancia, ella tomó estas palabras en serio y comenzó su viaje espiritual siguiendo el camino de Yoganandaji y Ananda.
Pero después de algunos años de practicar Kriya, encontró que todavía continuaba luchando con muchos de los mismos problemas que la acompañaron a lo largo de su vida. Ella escribe: “No hay duda de que yo había crecido espiritualmente como resultado de mis esfuerzos y de la gracia de Dios y Guruji, pero aún así, estos temas estaban allí esperando por mí tan pronto como me levantaba de meditar.”
Hace dos años atrás, después de un período de reclusión, experimentó una comprensión que cambió su vida y de la cual aún hoy se nutre: “Mi error fue pensar que los problemas que tengo se disolverían sin que yo tuviera que hacer el trabajo, que Kriya lo haría por mi. Kriya ha hecho el trabajo, pero no de la manera en que yo pensaba. No me quitó el dolor ni la confusión interna, ni tampoco cambió mi comportamiento.”
“Lo que hizo fue crear un espacio de quietud interior que me permitió ver mi parte de responsabilidad en el dolor y sufrimiento que estaba experimentando, y por lo tanto mi rol en la creación de mi vida y la responsabilidad de cambiarla.”
Fue entonces que su transformación interior comenzó verdaderamente.
¿Qué significa “hacer el trabajo”? Cuando nos damos cuenta de los patrones mentales y emocionales ocultos que nos hacen sufrir, tenemos que ejercer la autodisciplina para cambiarlos. Dios nos puede mostrar lo que tenemos que cambiar, pero tenemos que poner la energía para romper el dominio, creado por nosotros mismos, que el engaño tiene sobre nosotros.
Este aspecto del desarrollo espiritual es algo que muchos devotos pasan por alto, y sin embargo, guarda el secreto de la libertad interior. En La Esencia del Bhagavad Gita, Paramhansa Yogananda dijo que el logro de la liberación final depende de tres pensamientos simples:
1) ¿Prefieres la felicidad al sufrimiento?
2) ¿Estás dispuesto a realizar el trabajo para encontrar la felicidad duradera?
3) ¿Estás dispuesto a renunciar al ego?
Cuando con todo corazón podemos responder “sí” a estas preguntas, transitamos el camino hacia la Libertad Cósmica.
Con la alegría del Maestro,
Nayasuami Devi