Estamos otra vez en marcha. Hemos dormido en cuatro hoteles diferentes en la última semana. Además, el peso máximo permitido para volar en India es de 15 kilogramos (33 libras). Ese es el límite de nuestras posesiones portátiles hoy en día. Ser un sadhu errante de la Nueva Era obliga a una simplicidad forzada, una reducción a lo esencial. Eso es algo bueno para un yogui.

Nayaswami Jyotish y Nayaswami Devi llegando a Ananda Mumbai.

Una de las citas más memorables de Paramhansa Yogananda es, “La simplicidad en el vivir, más pensamientos elevados llevan a la mayor felicidad.” La verdadera simplicidad es la renuncia a los apegos. No es estar sin bienes materiales—hay billones de personas en todo el mundo que viven en una pobreza lamentable, lo que vemos diariamente en la obra que hace Ananda con las viudas en Brindaban, India (pulse aquí para ver el enlace en inglés).  Pero transferir voluntariamente los propios anhelos de las cosas del mundo al deseo por Dios es bastante diferente. Esto libera al corazón y a la mente.

La esencia del sendero espiritual es superar las compulsiones instintivas que rodean y protegen al ego. Esto no puede hacerse si no es por la entrega voluntaria y entusiasta de todo lo que piensas que posees y de todo lo que piensas que eres. El ego nos dice que esto es una locura, que terminaremos en la miseria. Sin embargo, el alma y el gurú nos alientan silenciosamente.

¿Cómo logramos la simplicidad? Lo primero y obvio, es deshacerse de las “necesidades” innecesarias. Mira cada una de tus posesiones, y haz estas dos preguntas: “¿Lo uso? ¿Lo amo?” Si la respuesta a ambas preguntas es “no,” entonces probablemente sean bártulos viejos ocupando espacio en tu armario y en tu corazón. Da estas cosas a otros que realmente las necesiten y continúa reduciendo hasta que tengas una sensación de libertad no solo de tus posesiones, sino lo que es más importante, de la necesidad de poseer.

La simplicidad del ser es más difícil de lograr que minimizar lo que se posee. Y sin embargo, el proceso es similar. Primero debes estar lo suficientemente calmo y centrado para comenzar a observar tu “manojo de auto-definiciones.” Luego haz las mismas dos preguntas en una forma levemente variada: “¿Necesito y uso esta auto-definición? ¿La amo porque me lleva a la libertad?” Esto te permite soltar esas cualidades que oscurecen: orgullo, negatividad, celos, enojo, duda—los innumerables soldados del ejército del clan materialista de los Kaurava del Gita (pulse aquí para ver el enlace en inglés).

Y te permite enfocarte en apoyar las pocas cualidades de alma útiles representadas por los Pandavas: la habilidad de evitar el mal, la habilidad de hacer lo correcto, vehemente autocontrol, pranayama, y expansión. Estos más la devoción a Dios y el Gurú son todo lo que uno realmente necesita.

La vida de un sadhu errante, donde entregas la necesidad de controlar tus circunstancias, es buena para el alma. Un amigo lo resumió de esta forma: “La vida se vuelve muy simple. No hago mucho, excepto servir y meditar.” Si nuestra meta es la libertad, ¿qué más necesitamos?

En simplicidad gozosa,

Nayaswami Jyotish

AnandaEspañol.org

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