En muchas de sus vidas pasadas Paramhansa Yogananda había sido un gran guerrero y líder espiritual de la humanidad. Les contó a sus discípulos que él había sido Guillermo el Conquistador (pulsa aquí para ver el enlace en inglés), quien irrumpió en la playa de Hastings, Inglaterra, en 1066 para establecer uno de los gobiernos continuos más antiguos de la historia.

En otra vida anterior, indicó, fue el Rey Fernando III de España, quien unificó al país y expulsó a los moros invasores, que eran una amenaza para las raíces cristianas de España. Conocido por su profunda piedad y fe en Dios, Fernando fue canonizado por la Iglesia Católica en 1671.

Yoganandaji también dijo que él había sido el gran príncipe guerrero Arjuna, cuya batalla contra un líder malvado y sus vastos ejércitos se relata en el Bhagavad Gita (pulsa aquí para ver el enlace en inglés). Esta gran escritura es una alegoría de la batalla del alma y la victoria final sobre la fuerza oscurecedora del materialismo que ha usurpado el reino de nuestra consciencia. En la explicación del Gita del Maestro, él dice que Arjuna es “el devoto que somos todos,” y su batalla es una que todos nosotros debemos pelear para alcanzar la libertad del alma.

En su encarnación en el sigo veinte como Paramhansa Yogananda, el Maestro fue una vez más un valiente guerrero—esta vez enfrentando a las fuerzas de la indiferencia espiritual y el materialismo desenfrenado en Occidente. Al llegar a las costas de Estados Unidos en 1920, pronto comenzó sus “campañas espirituales,” viajando incansablemente de un lado a otro por todo el país dando conferencias, sanando, y transformando a miles de personas con el poder brillante del magnetismo de su alma.

Uno de mis poemas favoritos del Maestro se llama “Mi Alma Sigue Marchando.” En la introducción escribe, “Nunca te desanimes por esta película de la vida. La salvación es para todos. Solo recuerda que no importa que te pase, tu alma sigue marchando. No importa a dónde vayas, tus pasos errantes te llevarán de regreso a Dios. No hay otro camino a seguir.”

A medida que este año, con todas sus dificultades, llega a su fin, y enfrentamos las inciertas perspectivas de 2022, anímate siguiendo los pasos de nuestro gran gurú-guerrero. Aprovecha su valor, fuerza y fe profunda, y entrégate a Dios.

A continuación se muestran algunas formas de afrontar lo que se avecina:

¿Estás preocupado y ansioso por el futuro? Supera los asaltos de la preocupación con calma. Visualízate luchando junto a Yogananda, imbuido de su fuerza y coraje—y con la certeza de que nada ni nadie puede vencerte. Crea tu propia afirmación para usar cuando “las preocupaciones te aúllen.”

¿Te encuentras juzgando y condenando a otros cuyas opiniones difieren de las tuyas? Visualízate de pie junto al Maestro mientras él se acerca a ayudar a cada persona como si fuera suya. No veas a nadie como un extraño, si no a todos y cada uno como tu hermano o hermana. Trátalos con aceptación y respeto.

¿Estás preocupado por la situación y tendencias políticas en el mundo? Mira los ojos del Maestro y ve el conocimiento de que Dios—no el hombre—está a cargo en última instancia, y que Su Plan Divino arraigado en el amor prevalecerá al final. Lleva siempre esta comprensión en tu corazón.

Terminaré con los últimos versos de poderoso poema del Maestro:

Las flores florecieron, luego se escondieron en la penumbra,

La abundancia de los árboles cesó;

Hombres colosales han ido y venido,

¡Pero mi alma sigue marchando!

Los eones uno a uno están volando

Mis flechas, una por una, se han ido;

Débilmente, lentamente, la vida se desvanece

¡Pero mi alma sigue marchando!

Oscuridad, muerte y fracasos competían;

Intentaron ferozmente bloquear mi camino.

Mi lucha con la celosa Naturaleza es ardua,

¡Pero mi alma sigue marchando!

Tu compañera de armas en las fuerzas de la luz,

Nayaswami Devi

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