Es una experiencia interesante el volver a recoger las hebras de tu vida al regresar al hogar luego de una larga ausencia. Desde el fin de agosto hemos estado visitando y enseñando en nuestros centros en Italia e India, y acabamos de llegar a Ananda Village luego de cuatro meses. El reajustarse a las responsabilidades y los ritmos de nuestra vida aquí requiere algo de tiempo y energía.

Al regresar, me sirve de ayuda, para arraigarme, el conectarme con objetos familiares en la casa. Una mañana, hace pocos días, al entrar a nuestro cuarto de meditación para comenzar el sadhana, mis ojos recorrieron el altar. Cariñosamente examiné los objetos sagrados y preciosos que hemos puesto allí con el correr de los años: la caja de Kashmir esculpida que Swami Kriyananda nos dio luego de uno de sus viajes a la India; los pétalos secos de rosa, rojos y blancos, en un contenedor de vidrio, provenientes de nuestra ceremonia de matrimonio hace casi cuarenta años; el mala de perlas y lapis creado por un amigo ya difunto; la caja de madera que nuestro hijo hizo cuando era joven, la cual usamos como un repositorio para objeto especiales.

The Masters Photos 063Recordando la historia detrás de cada objeto, una ola de nostalgia y luego tristeza comenzó a cernirse sobre mí, a lo que pensaba en el paso del tiempo y en los momentos preciosos que ya pasaron. De repente, un pensamiento me llenó, como una carga eléctrica: “¿Por qué entristecerse? Cada recuerdo vive por siempre en la conciencia de Dios. Siente Su dicha permeando cada recuerdo, y sabe que cada experiencia (pasada, presente, y futura) vive por siempre en esa dicha.”

La corriente descendiente interna de energía que me había estado llevando a la tristeza, fue revertida y se convirtió en una poderosa corriente ascendiente que rápidamente cambió mi humor. En ese momento vi que, aunque el tiempo parece pasar, dejando nuestras experiencias fuera del alcance, la presencia de dicha detrás de todos nuestros recuerdos no cambia, y puede ser alcanzada.

Algunos días más tarde, como confirmando este saber, me encontré con estas palabras de Swamiji: “No te identifiques con tu forma externa, ni con el cambio; vive más allá de la consciencia del tiempo. Es nuestra identidad con el cambio que crea la ilusión de que el tiempo pasa.”

Podamos ver más allá de la ilusión del tiempo, que trae la apariencia de cambio y pérdida, y podamos, en su lugar, experimentar la dicha incambiable de Dios que siempre está a nuestro alcance.

En amistad divina,
Nayaswami Devi

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