Uno de los episodios más emocionantes de la Autobiografía de un Yogui de Yogananda es cuando Sri Yukteswar, luego de su muerte, se materializa frente a Yogananda. Yogananda escribe, “Por primera vez en mi vida no me arrodillé a sus pies a modo de saludo, sino que me adelanté en el acto para apretarlo ávidamente entre mis brazos.” Y un poco después, “En ese momento mi mente se encontraba en sintonía tan perfecta con la de mi gurú, que estaba transmitiéndome su descripción en parte a través del habla y en parte a través del pensamiento. De esa forma yo recibía rápidamente sus noticias-idea.”

Tenemos la ilusión de que las palabras, habladas o escritas, son el único medio de comunicación. De hecho, la gran mayoría de la comunicación no es verbal. Solo un momento de reflexión es suficiente: Si Dios se ha manifestado en todo, entonces hay una conectividad y comunicación subyacentes entre todo. Esto va hasta las energías cuánticas subatómicas.

He estado leyendo un libro fascinante, El Hombre que Escucha a los Caballos, de Monty Roberts. A través de la observación cuidadosa de los caballos salvajes, él descubrió su lenguaje oculto. Usando el método viejo y bastante brutal de domar a un caballo, toma alrededor de dos semanas doblegar finalmente su voluntad lo suficiente como para que lleve a un jinete. Entendiendo el lenguaje oculto de los caballos, Monty puede lograrlo en media hora. Y el caballo, en vez de temerle, trabaja con entusiasmo en equipo con él. Como prueba de concepto, no solo se ha “unido”—como él lo llama, en vez de “domado”—a miles de caballos, sino que también ha ganado incontables torneos en el mundo equino.

Es solo la arrogancia del ego la que nos hace pensar que nosotros, con nuestro lenguaje humano, somos únicos por nuestra habilidad para comunicarnos. A medida que nuestra consciencia continúa avanzando en Dwapara Yuga (pulse aquí para ver el enlace en inglés), veremos cada vez más la interconexión entre todas las cosas. Semanalmente aparecen artículos compartiendo los últimos descubrimientos de los científicos acerca de la comunicación entre las plantas, hormigas, animales, y átomos.

El lenguaje puede ser que permita una comunicación más detallada, pero es muy inferior al tipo de intercambio que describió Yogananda. Como nota al margen, Gene Roddenberry, el creador de Star Trek, tomó muchas de sus ideas de Autobiografía de un Yogui. Él dijo que la imagen del transportador vino de la desmaterialización de Sri Yukteswar, y sospecho que la fusión de mente de los Vulcanos vino del mismo capítulo.

Si queremos hablar con la Madre Divina, tenemos que aprender Su lenguaje oculto. Tenemos que tomar el primer indicio del título de un libro que Yogananda llamó escritura—Susurros de la Eternidad (pulse aquí para ver el enlace en inglés)Dios habla en voz baja, y solo una mente tranquila puede escuchar los susurros divinos. Por eso debemos esforzarnos por una mayor calma en la meditación. En segundo lugar, el sentimiento es más importante que el intelecto cuando tratamos de recibir las comunicaciones de Dios, por eso debemos abrir nuestro centro del corazón por medio de una devoción profunda, para escuchar las vibraciones que Él susurra. Por último, la verdadera comunicación ocurre no solo detrás de la cortina de las palabras, sino también detrás de la inquietud del pensamiento. En la profunda clama interior, y en la devoción, las percepciones intuitivas innatas del alma comenzarán a ser oídas.

Tomemos la lección de Monty Roberts  y aprendamos un nuevo lenguaje, no el de los caballos, sino el del Espíritu. Cuando lo hagamos, la Madre Divina nos hablará afectuosamente de la misma forma en que lo hizo con Yogananda: “¡Siempre te he amado! ¡Siempre te amaré!”

En amista divina,

Nayaswami Jyotish

La semana próxima es nuestra Semana de Renovación Espiritual en Ananda (pulse aquí para ver el enlace en inglés) que hacemos anualmente. Esperamos que puedas unirte.

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